Logo desde la grada
JUGAR, SUFRIR Y GANAR

Vaya partido intenso el que se ha vivido esta noche en el Sánchez Menor. Se ve que este año no va a dartiempoa aburrirse en el Sánchez Menor. El partido ha tenido de todo, goles, buen juego, polémica arbitral (de esto no me extraño en absoluto), nervios, una expulsión para el preparador físico de la UDP (José Carlos se altera de vez en cuando, pero doy fe de que esta vez llevaba razón, el fuera de juego pitado por el linier, que dejaba sólo a Gallo delante del portero, no era ni de lejos). Si no levanta la bandera y el ex jugador del Linares cuela el tercero, nos hubiéramos evitado muchos nervios finales.

Como decía, se vivió de todo. El Puerto comenzaba jugando al fútbol como demostró el domingo ante el Granada que sabe hacerlo. Mucho toque, jugadas enlazadas, aperturas a bandas, Amores entrando hasta la cocina y todo eso mezclado hacía que primero Conget y luego Valdés pusieran un marcador favorable de 2-0 y al público puesto en pie.

Me dio por pensar en el descanso, mientras la mayoría se comía el bocadillo, que el Linares, como equipo grande de la categoría que es, no se iba a dar por vencido. Pondría toda la carne en el asador, y volcaría sus hombres hacia la puerta de Ruiz Caba. De hecho, esto es a un partido y si palmas dices adiós a la copa. Pensaba también en los nuestros y me temía que íbamos a esperar sus ataques y matar el partido a la contra. Mi compañero de fechorías puede dar fe de ello, se lo dije. No me equivoqué lo más mínimo.

Aquí cambiamos el jolgorio de la primera mitad por los nervios y el sufrimiento de la segunda, sobre todo a raíz de que el Linares acortara distancias en el marcador. También el colegiado y sus dos ayudantes ayudaron a que esos nervios afloraran en los dos banquillos (no dejó contento a nadie ya que se equivocó para los dos bandos) y en las dos aficiones (el Linares también traía la suya, de chapó, no paró de animar a los suyos ni con el dos a cero).

Por cierto, también sufrió de lo lindo Pedro Mora, el delegado de campo, con las manías del árbitro. ¡Que me quites de ahí esa botella!, ¡que se vayan los recogepelotas y me das a mi el balón cuando yo lo pida!, ¡que se vaya de ahí ese (por José Carlos cuando fue expulsado) o me voy yo!. En fin, que es para acabar de los nervios ¿o no?

Lo mejor, después de divertirse viendo fútbol y sufrir esperando el final del partido (que largos se les han hecho a mas de uno esos 6 minutos de prolongación), llegó la clasificación para la siguiente ronda. Ya avisamos que partidos así nos vamos a encontrar muchos, o bien porque el rival te achuche o bien (y eso es lo malo) porqué nos encontraremos árbitros como el de hoy ¡a puñaos!. De momento sigue la felicidad en Puertollano, que pase el siguiente, aunque antes espera otro coco, el Lorca.

El aficionado de la semana