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Estadio Sánchez Menor.Terreno de juego en aceptables condiciones. Tarde nublada y con algo de viento. Aproximadamente 4000 espectadores.Minuto de silencio por el atentado de ETA de este viernes. El público respetó escrupulosamente el minuto de silencio. Se hace entrega a Rojas como mejor jugador del mes de febrero en el trofeo de la peña Ilusión Azul.
Árbitro: Arenal Gómez , del colegio castellano leonés. Tarjetas amarillas a Valdés por el Puertollano y a Pereira, Vojvoda, Nandi, Durán, Jurado y Jonathan Rey por el Baza.
Goles: 1-0 min 7, Andrés Ramos; 1-1 min 19, Jurado; 2-1 min 81, Gallo (p); 2-2 min 95, Belencoso.
DOS PUNTOS AL LIMBO
La UD Puertollano se aleja de la promoción y continúa con su mala racha
Al parecer, el Limbo dejó de existir. Si no fuera así, estaría lleno de puntos que los azules han ido dejándose por el camino. Nada menos que doce en los últimos cinco partidos, una estadística demoledora. Habrá circunstancias atenuantes, sin duda, pero la sensación que deja la UD Puertollano es la de un conjunto que tendrá muchas dificultades para conseguir ese objetivo de la promoción de ascenso. Si es que sigue siendo éste el objetivo.
El partido de hoy ha terminado con tintes trágicos. Se había cumplido el tiempo reglamentario y el añadido. Los tres puntos parecían dentro del saco de los azules, pero en estos casos, el destino siempre suele tener oculta alguna travesura, y lamentablemente para los azules, no estaba el día como para hacer una excepción. Un saque de esquina que nunca se debió permitir y que terminó de forma aciaga. Belencoso, delantero indispensable en cualquier equipo que pretenda conseguir algo productivo, cabeceó a la red con toda la tranquilidad del mundo, sin ningún ser vivo en tres metros a la redonda. Beneficiario de una inusitada fragilidad defensiva a balón parado que hoy ha sido determinante. Ahí, en ese momento, es cuando la decepción se apodera de todo tu cuerpo.
El resultadismo podría haber ocultado la realidad del partido si éste hubiese terminado un minuto antes. Sin embargo, el empate parece lo más justo vistos los méritos de uno y otro.
NOVENTA Y CINCO MINUTOS ANTES
Ambos equipos comenzaron el encuentro fiel al patrón preestablecido. Un Puertollano dominador y un Baza replegado a media cancha buscando una contra fructífera. Los de Hierro tocaban hasta hartarse, pero casi siempre en campo propio, sin ningún atisbo de profundidad. Pero hubo una isla en el océano.
Una jugada para enmarcar. Un gol ilusionante, fiel reflejo de que a este equipo, actualmente posicionado un peldaño por debajo de los grandes del grupo, apenas le hacen falta tres o cuatro retoques para ser verdaderamente competitivo. La misión del sustituto de Hontecillas será encontrar las guindas al pastel. La jugada la inició Valdés en banda derecha, su balón al área se enredó en un espiral de engaños y quiebros de los jugadores locales que sumieron a la defensa del Baza en un mareo profundo. Andrés recibió el balón con los brazos abiertos y ejecutó con maestría. Era el minuto siete y no pintaba nada mal la cosa.
Como decíamos, el gol no cambió el partido. Fiel reflejo de ello fue que al siguiente minuto, Jurado desperdició la oportunidad de empatar ante Rojas.
Una piedra más en el dificultoso camino de la victoria fue la lesión de Conget, que a estas alturas parece indispensable. Por Conget salió Carlos Sanz, que está a años luz del jugador de comienzos de temporada y de las anteriores. No ha recuperado la forma después de la lesión y la falta de minutos ha contribuido a ello.
El Baza tiene un par de virtudes y muchos defectos. Tiene peor equipo que el Puertollano pero con pólvora. Jurado y Belencoso están por encima del resto. El primero de ellos se encargó de empatar en una jugada que, tristemente para los azules, se repitió después. Remató casi bajo palos un saque de esquina y enmudeció al Sánchez Menor.
Con el dominio inocuo del Puertollano se llegó al descanso. Tan sólo una combinación entre Andrés y Gallo, finalizada con un disparo a las nubes de Carlos Sanz, removió al personal de sus asientos.
DECEPCIÓN TRAS LA ILUSIÓN
Comenzó muy movida la segunda mitad. Unos y otros pudieron romper el empate con sendas ocasiones. Gallo mandó a las nubes una dejada de Andrés Ramos y Jurado cabeceo demasiado cruzado un balón que le llegó en inmejorables condiciones para convertirlo en gol. Pero había una diferencia entre ambos equipos. Mientras al Baza le convenía un partido anodino, el Puertollano se movía a impulsos. Había salido Suffo por Vicente que se retiró en camilla, conmocionado y herido. El camerunés le puso ganas y algún detalle aislado pero no inclinó la balanza.
Si pudo hacerlo Richard al cabecear a gol un saque de esquina. El balón parecía ir entre los tres palos pero Gallo no opinó lo mismo y lo remató en línea de gol y en posición antirreglamentaria a juicio del asistente.
Los minutos iban pasando y los equipos no cambiaban su rol. El Puertollano dominaba sin demasiado orden y al Baza el empate no le disgustaba. En la única falta que llevó peligro en el bando azul, Manu Arias fue derribado dentro del área. Gallo no falló y el Puertollano parecía por fin reencontrarse con la victoria.
Pero el refranero popular se convirtió en el Evangelio en la tarde de hoy: Hasta el rabo todo es toro.