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Ciudad Deportiva del Real Betis. Unos Quinientos espectadores, mayoría del Puertollano.Se guardó un minuto de silencio. Mañana lluviosa en determinados momentos.
Árbitro. Sántos Caballero. Amonestó a Toni y en dos ocasiones a Rodri por el Betis B. y a Carmena y Aitor Goñi por el Puertollano.
Goles: 1-0 min 28, Zamora; 1-1 Min 76, Andrés Ramos; 2-1 min 82, Israel.
LA UD PUERTOLLANO TROPIEZA CON CASTO
El fútbol es un deporte bello. Nadie lo duda. Pero está lleno de recovecos traicioneros que hacen que el trabajo bien hecho a veces no tenga correspondencia con el éxito. La victoria debería premiar actitudes y aptitudes pero generalmente solo premia la puntería ante el gol. Hoy, el conjunto de Pedro Sánchez De La Nieta ha hecho todo lo posible para ganar excepto una cosa, la más importante: acertar con la portería.
Ya en el primer minuto se pudo ver un anticipo de lo que sería el resto del partido. Conget, en un momento de forma impresionante, roba la cartera a la defensa bética y se queda solo ante Casto. A cinco metros de la jugada, seguimos pensando que el portero trabó al media punta navarro pero un penalti a los treinta segundos merecía un árbitro más valiente que el de hoy.
UN INICIO PRIMOROSO
Al posible penalti, le siguió un carrusel de llegadas al área que unas veces morían en la defensa bética y muchas en un inconmensurable Casto, el mejor de los béticos. Encinas en el minuto cuatro, se aprovechó de nuevo de un robo de balón de Conget pero su disparo lo despejó el portero local en el inicio de su recital.
Los azules eran dueños del encuentro y el Betis, inexistente, bastante tenía con mantener su portería a cero. Pero volvamos a los recovecos del fúbol: Aitor Goñi se queda tendido por un pelotazo, el equipo verdiblanco no tira el balón fuera y los azules cometen falta cerca del área. Después de la consiguiente trifulca, el Betis B se queda con diez por la expulsión de Rodri por doble amarilla y cuando la afición azul se las prometía felices, Zamora lanzaba el golpe franco directo de forma magistral. Gran gol en el primer acercamiento del equipo local.
DOMINIO INFRUCTUOSO
El Puertollano se encomendó a la paciencia para conseguir un empate que tarde o temprano tenía que llegar. La primera mitad moría con dominio azul, ante un Betis que aguantaba con diez bien pertrechado en un cuarto de cancha.
En la segunda mitad, poco o nada cambió el panorama. El Betis se acercó en una nueva falta lanzada por Zamora con bastante menos peligro que la anterior y el Puertollano se encontraba una y otra vez con Casto. Conget en el cincuenta y dos, no aprovechó el balón largo de Candela. La figura del meta bético se agrandaba por momentos.
El empate tenía que llegar de alguna forma u otra pero no había forma. Nuevamente Encinas y más tarde Pavone, aumentaban la maldición de la puntería azul y encumbraban aún más a Casto. El Betis seguía a lo suyo, comprando la lotería y esperando que saliera su número.
Solo cabía encomendarse a Andrés Ramos. La primera que tuvo, también la paró Casto pero el marbellí saca un gol de donde no parece haberlo y generalmente, como persona agradecida que es, aprovecha lo que le dan. Aprovechó un buen pase en profundidad de Conget con un esplendido disparo, imposible de atrapar por Casto. Ramos volvió y con él apareció el necesario gol.
UNA BROMA MACABRA
Pero el destino tenía reservada al Puertollano una broma macabra. Con los azules en busca de la victoria, llegó el castigo más injusto. Israel se aprovecha de un contragolpe bien llevado por los béticos y define con maestría ante Rojas. Con diez minutos por delante, la suerte, la mala, ya estaba echada.
Los diez últimos minutos fueron un auténtico suplicio para los azules. Heridos por la sensación de impotencia que queda después de haber realizado un esfuerzo no recompensado. En los últimos resquicios del partido, el castigo pudo ser mayor.
Gran resultado para un Betis que aguantó buena parte del partido con un hombre menos pero al que la suerte del gol le sonrió mucho más que a los azules. Estos perdieron, es así, pero muy alejados de la imagen de la última derrota ante el Mazarrón. Eso sí, de aquí a tres semanas, poco importarán las oportunidades marradas o el juego desplegado, solo importarán los puntos no conseguidos. El fútbol, un bello deporte lleno de recovecos traicioneros y donde la suerte campea a sus anchas.
David Vozmediano
Deportellano
RUEDA DE PRENSA (Por un fallo técnico nos es imposible ofrecer de momento las ruedas de prensa de ambos técnicos)