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Estadio Alfonso Murube. Tarde soleada y terreno de juego en buenas condiciones. Unos 1400 espectadores en el campo.
Goles: Min 37 1-0, Txiqui; Min 40 1-1, Tariq; Min 62 1-2, Tariq.
Árbitro: Figueroa Vázquez. Tarjetas amarillas a David Fas, Álvaro y Anibal por los locales y a Oscar Ventaja, Encinas, Pomar y Germán por el Puertollano.
LA IMPORTANCIA DE UN DELANTERO
Gran victoria de la UD Puertollano en Ceuta. Los de Jacobo siguen invictos con dos goles de Tariq.
El paso del estrecho no ha podido ser más feliz para la UD Puertollano. Dos partidos y un mismo resultado. Si ya fue meritoria la victoria en Melilla, la de hoy ha sido trascendental. El Puertollano ha desvirgado a un líder que aterrorizaba al resto. Un equipo impoluto, intratable y dictatorial. El Ceuta había pasado por los campos como Atila y se había manifestado como el principal equipo a batir.
Hoy, Jacobo Maestre y su tropa han desvalijado el Alfonso Murube como hicieron en Melilla. Revelándose como un equipo trabajado y serio, con buena circulación de balón en las zonas dañinas y con un goleador de clase especial. Ejemplar no demasiado abundante en estas categorías.
TARIQ, HOMBRE GOL
El delantero goleador es el fútbol esencial. Sin ellos, la posible elaboración de fútbol en las líneas retrasadas son un puro artificio. Algodón dulce, gusta al principio pero acaba empachando. El equipo sería imperfecto sin un hombre que concluya el trabajo en tiempo y forma. Es cierto que los centrocampistas llegadores pueden ser una buena fuente de goles pero es difícil ver a un equipo en lo alto de la tabla sin un punta que asegure al menos quince dianas. Se habla mucho del centro del campo de la selección española. Para algunos, el mejor del mundo. Calidad, toque, virtuosismo o fantasía. Pero totalmente vano si Torres, Villa o Güiza no hubieran estado allí. El mal llamado “Tiqui-taca” debe estar acompañado de un “Pim-pam-pum”. Los delanteros suelen ser los mejor pagados y bien merecido que lo tienen.
No nos atreveríamos a decir que el centro del campo del Puertollano puede equipararse al de la selección, pero podemos certificar que rebosa seriedad y su fútbol no está exento de clase para estas categorías. Lo que aseguramos sin rubor es que a la medular la complementa un hombre que vino al mundo para marcar goles. De nuevo hoy ha sido cumplidor de su cometido.
POCAS LLEGADAS AL ÁREA
Se hablaba del Ceuta como un equipo que no gozaba de muchas oportunidades pero que aprovechaba la mayoría de las que se presentaban. Hoy ambos equipos han asumido el mismo rol. El respeto y la seriedad, que a veces está emparentada con el aburrimiento, y dos líneas medulares con mucha sustancia consiguieron que las llegadas al área fueran casi imperceptibles.
El Ceuta, probablemente por el único motivo de ser el anfitrión, quería dominar la situación. Sin embargo el gol local no fue producto del dominio sino del acierto individual. No había otra forma de romper la armonía azul que en una genialidad. Txiqui ejerció de Ronaldinho resucitado y batió a Calleja en el minuto 37. Buen momento para que el Ceuta rompiera el partido. Sin embargo, cuando un delantero está en racha, es imperdonable dejar un balón suelto y desvalido en el área y con él rondando por ahí. Tariq aprovechó la coyuntura para empatar y cambiar la historia que parecía que empezaba a escribirse.
EL PUERTO DIO LA VUELTA AL MARCADOR
Jacobo Maestre dio entrada a Ventaja para añadir picante al asunto. Encinas ocupó la media punta y Granada retrasó su posición acompañando a Hernández en el medio centro. No fue por la banda del recién entrado si no por la contraria por donde llegó el segundo. Valdés, otra vez protagonista, le colocó un balón de oro a Tariq y éste no perdonó. Tariq aprovechó todo lo que llegó, ahí estuvo la diferencia principal entre los dos equipos, y también entre el partido contra el Linares y éste.
El Ceuta persiguió el empate pero lo hizo mientras perdía la fe y ante un equipo que no se dejó engañar. Un equipo que tiene pólvora y la aprovecha en los momentos importantes. El sabor dulce de la victoria debe dejar un reguero de amargura pensando en los dos puntos perdidos la pasada semana justamente por lo contrario: la falta de puntería.
La última: Las fantasías animadas de Honorio se quedaron en casa por decisión técnica. Jacobo empieza a tener un halo ganador. Las decisiones más extrañas acaban por tener sentido en las victorias. Probablemente el pequeño media punta no habría sido protagonista en el día de hoy. En la actualidad, nadie está a salvo de descansar una semanita. Excepto Tariq, éste no debería descansar nunca.