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Deportellano inaugura una nueva sección. Cada martes, y tras los partidos que la UD Puertollano juegue en casa, nuestro amigo y nuevo colaborador José Carlos González (ex preparador físico del conjunto azul) nos hará una pequeña valoración del último rival que visite el Sánchez Menor, ofreciendo de esta forma perspectiva del rival y del partido distinta a lo que solemos trasmitir los demás miembros de esta página. Solamente, deseamos que les resulte interesante y por supuesto, agradecemos la colaboración de José Carlos en esta sección, lo mismo que al resto de colaboradores, ya que sin ellos, la página no sería lo mismo. Gracias, y ¡a disfrutar!
Voy a comenzar a colaborar con un amigo, ya que me apetece pasar al papel los comentarios y reflexiones que se hacen a toro pasado (que es mucho mas fácil, claro), después de los partidos de cada domingo. En estas tertulias post-partido todo el mundo opina que si tal o cual falló en este o aquel balón, si este cambio fue bueno o si aquel jugó mucho o poco. Pero a mi, siempre me gusta fijarme en otras cosas, me gusta mirar al equipo contrario y analizar, o al menos intentar comprender, porqué plantean los partidos de esta o de aquella forma, ya que aunque los jugadores sean los mismos partido tras partido en muchos casos, generalmente los equipos plantean los encuentros de forma muy diferente.
Durante esta temporada hemos visto cinco equipos por el Sánchez Menor, en partidos de liga, y cada uno ha presentado una tarjeta de visita diferente. El Linares se “escapó vivo”, con un equipo que está sufriendo mucho en la categoría, con un planteamiento táctico ajustado a sus necesidades físicas y técnicas, respaldados por dos centrales muy veteranos y un grupo de jóvenes trabajadores. Después se pudo observar un Écija y un Lucena que se suicidaron en el Sánchez Menor, dejando el orden colectivo para otro día, y saliendo a pecho descubierto en un campo donde un depredador del área acecha las defensas descubiertas. Cuanto más descubrían sus espaldas y mas intentaban llegar a la meta azul, más cómodo estaban los atacantes azules y menos opciones tenían de ganar los visitantes del feudo minero.
En estas estábamos cuando llegó el Antequera. El equipo mas inteligente y que menos situaciones de peligro ha concedido hasta 
ahora de los que han venido por Puertollano, colocó su línea de tres centrales, los arropó con dos medios trabajadores y dos laterales cumplidores, y dejó a dos medias puntas, que apretaban la salida del balón, y un punta para el trabajo ofensivo. Taponó todas las salidas ofensivas del equipo azul y vigiló a ese depredador del área con tres torres, que además recibían las llegadas de los medias puntas muy bien posicionados y sin conceder situaciones de gol. Al final, un balón parado derribó el entramado táctico que llego a poner de los nervios a los locales.
El domingo vino el todopoderoso Cádiz, un equipo que pescó tres puntos, pero que tuvo muchos mas problemas en su portería que los de Antequera. La línea de cuatro defensas de los amarillos sufrió mucho, pues recibió muchas mas ocasiones de las que le hubiese gustado. Por el contrario, esta vez el balón parado les sonrió a los visitantes. Entre tanto, mandaban balones a Toedtli que mostró una gran movilidad y que fue generoso en el trabajo, una línea de tres medias puntas con buen manejo del balón, dos medios centros muy tácticos, pero con poca capacidad de organización, y una línea de cuatro defensas con muchos problemas en los balones que caían entre ellos y su portero, eso si, con mucha intensidad en su costado izquierdo, quizá demasiada…