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03/10/08 En memoria de Enrique Madrid, un gran ariete azul

 Cuando llegó Modesto Maside a Puertollano para entrenar al Calvo Sotelo, Enrique Madrid era un joven puertollanero de 17 años. Corpulento y atlético, tenía toda la pinta de los buenos delanteros centros.

Prácticamente desde los 12 años, otro joven de Puertollano, Ñoño, era ya su mejor amigo, entre otras cosas, porque ambos tenían una pasión común: el fútbol. Por entonces, en 1952, Maside, otro enamorado del fútbol, andaba a la búsqueda de jóvenes talentos, capaces de formar un conjunto juvenil con el que nutrir las filas del primer equipo. Cuando vio a Madrid y a Ñoño no lo dudó: esos muchachos tenían que ser dos de los pilares del futuro primer equipo del Calvo Sotelo. Y se salió con la suya porque ambos estaban ya en la primera plantilla en la temporada 1953-54.

Desde entonces, hasta ayer mismo, 1 de octubre de 2008, en que la vida los ha separado, Ñoño y Madrid no se separaron nunca, ni siquiera cuando los avatares del propio fútbol los llevó por caminos distintos. Hace apenas dos semanas, toda la familia de la Unión Deportiva Puertollano celebrábamos con gran alegría el 60 cumpleaños del club. Hoy estamos tristes porque se ha ido uno de esos jugadores que contribuyeron a hacer del club azul un club admirado y envidiado; uno de esos jugadores que defendió su camisola a muerte, deparando goles espectaculares hasta convertirse en un ídolo de los aficionados. Más triste que nadie está su amigo inseparable, Ñoño, al que le costará comprender la vida sin su amigo del alma, pero que remontará el vuelo como lo ha hecho siempre el que fue gran capitán del equipo, y al que enviamos todo nuestro ánimo.

Enrique Madrid ha muerto con 73 años y el día 3 lo despedimos, sin que eso signifique que lo olvidemos. Su cabeza todavía tenía las huellas de los muchos balones que envió a las mallas de los rivales del Calvo Sotelo. Además del Calvo Sotelo, Madrid defendió los colores del Rayo Vallecano (2ª División), Málaga (2ª División), Manchego, Cacereño, Plus Ultra y Tarragona, hasta que se retiró en 1965, apenas con 30 años.

Durante sus seis temporadas en el titular calvosotelista, (1953 a 1957; 1958-59 y 1960-61), jugó 159 partidos oficiales en los que consiguió la friolera de 108 goles. De su valía nos dará idea que, aún hoy, sigue siendo el tercer máximo goleador de la historia del club en 3ª División, con 107 goles, tras Juancho (183) y Miguel Ángel (137). Descansa en paz Enrique, rodeado por tu bandera azul.