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El día de hoy se esperaba tranquilo, como un día cualquiera de los que llevamos del mes de Agosto. Un día con su correspondiente calor, con sus pocas noticias respecto al deporte local. Un día de vacaciones para unos y de trabajo para otros. Algunos esperando al día 15 para marcharse de vacaciones y otros para terminarlas.
Un día como digo, como cualquier otro, hasta que …dejó de serlo.
A eso de las 4 de la tarde, nos enterábamos de la noticia bomba del verano en la UDP, una noticia que de haberse producido en el mes de Mayo habría sido de lo más normal, pero que a día de hoy es si cabe “sorprendente”. Manolo Hierro había sido cesado por el presidente del club, José Antonio Navarro. Así, de sopetón, y cuando menos se esperaba, al menos por la inmensa mayoría, por que si somos sinceros y viendo como andaba el rió de revuelto, esta cuerda se tenía que romper un día u otro. 
Y ese día ha sido hoy, un día de verano del mes de Agosto en el que Hierro se va a tener que coger unas vacaciones muy anticipadas. Esperamos las noticias oficiales del club (como hacemos habitualmente), como siempre en su página web, pero a las 18:15 todavía no se habían hecho eco de la noticia, por lo que todavía no se saben muchos detalles, aunque a lo largo del día saldrán a la luz.
Ahora habrá que esperar el nombre de su sustituto, aunque todo apunta a que José Antonio Navarro va a depositar toda su confianza en el segundo entrenador actual del equipo. Un hombre de 33 años, natural de Puertollano y de nombre Jacobo Maestre. Recién llegado al club este verano y al que no le temblará la mano a la hora de dirigir el equipo de su pueblo. De todas formas Jesús Giménez tiene en cartera un par de entrenadores más.
HIERRO, UN FINAL POCO FELIZ
La verdad es que la noticia sorprenderá a la vez que alegrará a más de uno y más de dos. Muchos defendían al malagueño, aunque casi ninguno creía ya en él, ni directivos ni aficionados.
El equipo, no nos engañemos, no jugaba a nada la temporada pasada, y esta pretemporada tampoco. De no ser por la calidad individual de muchos de sus jugadores, la UD. Puertollano podría estar hablando de una pretemporada calamitosa, más o menos se podría decir que empezaba tal y como acabó, pero con cromos distintos, por lo que el problema no estaba en los jugadores. Y es que la losa de no ganar desde el 3 de Febrero en casa, pesaba mucho para algunos. Es curioso que tres días después de conseguir ganar en el Sánchez Menor, Hierro no esté en el banquillo. El privilegio de volver a ganar en liga en casa (lo del sábado fue el Torneo de la JCCM) le corresponderá a otro.
Hierro se despide de Puertollano con más pena que gloria, después de batir todos los record negativos de la historia del club. De los últimos 15 partidos de liga de la temporada pasada, sólo ganó uno, al Algeciras, después de estar once jornadas consecutivas sin ganar. Terminó la liga sin ganar ante Jaén, Talavera y Lucena, con pitos en el Sánchez Menor pero con la incomprensible renovación en el bolsillo. Una renovación que según el club iba a ser por objetivos. Unos objetivos que han tardado tres meses en darse cuenta que no se habían cumplido.
Se especuló con el finiquito, que se elevaba a muchos euros (70.000 para ser más exactos), como la excusa perfecta para que Hierro continuase, con una plantilla que él mismo realizaría y empezando desde el principio, pero luego se topó con Jesús Giménez, el verdadero artífice de los fichajes y con el que no ha tenido feeling desde el primer día.
Ahora se va, dejando también fuera del club a jugadores o técnicos que seguro seguían siendo válidos. Eso lo dejaremos en el debe de la Junta Directiva, que ha dado un paso adelante con el cese del malagueño.
Mañana tendrá lugar una rueda de prensa que dará el propio Manolo Hierro para despedirse. ¿Cobrará el finiquito o se irá con un abrazo al presidente como se dijo en su día? Estaremos atentos a lo que acontezca esta noticia.
En la tarde de hoy, el entrenador malagueño llegaba al entrenamiento y se despedía de sus jugadores. Un entrenamiento que arrancaba a las ocho de la tarde. Hierro le comunicaba a los jugadores la decisión del club, se despedía de ellos y se marchaba, sin hacer declaraciones a los medios que allí nos encontrábamos. Nos emplazaba para mañana. "Ahora no estoy bien" dijo. Los jugadores saltaban al césped ya sin Manolo Hierro, y bajo la dirección del preparador físico Jaime Prado y de Jacobo Maestre (de momento entrenador del primer equipo) empezaban con su sesión vespertina.