A comienzos de temporada, nadie esperaba un derbi en estas circunstancias. Los más campantes, recién sorteado el calendario, soñaban con un partido en la cumbre, habría que jugarse el todo por el todo en un encuentro de la máxima en Talavera. La realidad ha dictado sentencia y el Puertollano buscará el punto que le falta (sin haber echado muchas cuentas, parece ser suficiente) ante un Talavera descendido. Una tragedia.
Pero hay que ser optimistas. Los aficionados del Puertollano deben recibir este partido como el principio del fin de una temporada que se está haciendo larguísima. Conseguir la dichosa salvación y encarar la próxima temporada con nuevos bríos y nuevos alicientes. Con Hierro o sin él pero con las mismas ganas de estos últimos años. Esto es la ilusión azul, que nadie se olvide y el año que viene se debe aspirar a lo máximo de nuevo.
EL TALAVERA SALDRÁ A GANAR
El míster talaverano, Pedro Morilla, dice que el equipo tiene que salir a ganar al Puertollano. Lógico. Los de Talavera quieren despedirse de la categoría en la que han militado quince años, con toda la honra del mundo y sin hacer favores a nadie. Por lo tanto, que nadie espere que el Municipal del Prado vaya a ser un feudo sencillo, sobre todo si echamos la vista atrás y recordamos las últimas semanas de los azules.
Aún así, se tendrían que dar numerosas circunstancias desagradables para que el Puertollano ocupara alguna plaza de descenso. Con dos de ellas aseguradas, para el resto hay equipos con más papeletas que están más abajo en la tabla. Sin embargo, no sería bueno despreocuparse demasiado e intentar conseguir lo que parece una tarea imposible: marcar goles. Importantísimo para la victoria.
MÁS LESIONADOS
Para mayor desgracia de los azules, este final de temporada han sufrido una pertinaz plaga de lesionados. A los ya conocidos Valdés, Vicente, Aitor Goñi y Rojas, se unió la pasada semana Amores. El Lateral sufrió una luxación en el hombro que le ha puesto fin a su temporada. Amores es uno de esos jugadores que se ha salvado de la quema. Si analizamos sus partidos en esta liga, no sería descabellado decir que ha sido el jugador más regular. Su juventud y su buen hacer le hace pieza apetecible por otros equipos. Habrá que estar atentos para retenerle.
La baja de Amores deja dudas sobre su sustituto. La lógica dicta que sea el argentino Gorrasi. Veremos. Sin embargo, la vuelta de Marchiori, aunque con algunas molestias, aclaran más un centro del campo que no existió la pasada semana. El brasileño poco a poco está entrando en la dinámica del equipo y jugando en un puesto más sacrificado que en el que mejor se desenvuelve, cinco metros por delante. También será baja Encinas, pero éste no jugará por sanción debido a la roja recibida la pasada semana.
DEBUTA EL JUVENIL CARLOS GARCÍA
Carlos García entra en una convocatoria. No sería ninguna sorpresa si nos refiriéramos al joven central de Daimiel, Carlos García Muñoz, pues lo ha venido haciendo habitualmente. Sin embargo, el debutante es Carlos García Manzano, interior derecho de Argamasilla de Alba y procedente del Málaga B. El centrocampista ha sido pieza clave en la salvación del juvenil. Carlos juega en cualquier posición del centro del campo, tiene calidad y presencia física. Es potente, con buen disparo, va bien por alto y sus saques de banda siempre llegan al corazón del área. Descrito así podría parecer ilógico que no hubiera debutado antes. A nosotros nos lo parece. Van diecisiete convocados y uno se caerá, ojalá no sea el bravo juvenil y tengamos la posibilidad de verlo debutar.
Dirigirá el choque Bernal Moreno, que no ha tenido la suerte de pitar a ninguno de los dos equipos. El partido será a las siete de la tarde retransmitido por Radiolé (105.8) y por supuesto en el carrusel de Deportellano.
A comienzos de temporada, nadie esperaba un derbi en estas circunstancias. Los más campantes, recién sorteado el calendario, soñaban con un partido en la cumbre, habría que jugarse el todo por el todo en un encuentro de la máxima en Talavera. La realidad ha dictado sentencia y el Puertollano buscará el punto que le falta (sin haber echado muchas cuentas, parece ser suficiente) ante un Talavera descendido. Una tragedia.