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08/01/08 Comenz� la demolici�n del m��tico Cerr�
El día 8 de Enero de 2008, pasará a la historia de Puertollano como el día en que comenzaron a derruir el mítico campo del Cerrú. Campo donde el equipo de fútbol de la ciudad, el Calvo Sotelo, (ahora Unión deportiva Puertollano) consiguió sus mayores logros y hazañas.

El día amaneció con niebla, gris, triste, como presintiendo que algo iba a pasar. A las 10 de la mañana las puertas del Cerrú se abrían para dejar paso a las escavadoras que se van a encargar de demoler lo que queda del Cerrú. Allí acudían el Concejal de Deportes, Rafael Sánchez, Luis Pizarro, al que sólo le faltó derramar alguna lágrima, aunque estoy seguro que en su intimidad alguna habrá derramado (como muchos otros), el Alcalde Joaquín Hermoso Murillo, Antonio Rodríguez y el arquitecto encargado de dar forma al nuevo campo Fernando Sánchez Mora.

El “Nuevo Cerrú” o “Ciudad de Puertollano”, el nombre todavía no está decidido al cien por cien, ya está en marcha. El proceso de demolición irá rápido, y seguramente para la semana que viene, aunque no es oficial, se quiere hacer el acto de poner la primera piedra.

Algunos curiosos, aunque yo prefiero llamarlos melancólicos o nostálgicos también acudieron esta mañana a dar el último adiós al que habrá sido su campo de toda la vida. Donde han vibrado, donde han disfrutado, donde se han enfadado y donde habrán reído o llorado en más de una ocasión, por tristezas o alegrías, porque en el fútbol todo se da. Algunos se hacían fotos, otro simplemente observaba como las máquinas tiraban el antiguo marcador.

Las máquinas empezaron a derruir la parte de preferencia, ya que según nos contaba Luis Pizarro “es la zona de más desnivel, la que tiene que rellenarse con más tierra y se quiere aprovechar la que se pueda sacar para ir rellenando esa zona”. Más tarde continuarían por la tribuna, hasta que poco a poco, el terreno esté preparado para la construcción de un nuevo teatro de los sueños, un nuevo lugar de culto para la ilusión azul.

Hoy es un día triste, pero a la vez alegre. El nuevo proyecto cada vez está más cerca de ver la luz.