Unos cafés y un roscón de reyes fueron testigos de la despedida de Pedro Sánchez De La Nieta con los medios de comunicación de Puertollano. No ha sido una rueda de prensa sino más bien una charla informal de un entrenador que ha dejado huella en este club y que se despide de la prensa local con la que, por encima de alguna diferencia puntual, siempre ha mantenido una buena relación.
Una charla sin cámaras( de ahí que no tengamos fotos) ni grabadoras y en las que el fútbol, por encima de todo, siempre ha estado presente. Más allá de las palabras del míster azul, lo que queda en él es una sensación de cierta tristeza porque se veía capacitado para sacar al equipo de una posición que no era tan delicada como pudiera parecer en un principio. Para el daimieleño, el equipo comenzaba a estar conjuntado y los jugadores empezaban a rendir poco a poco como se esperaba de ellos. Llegaba un calendario favorable y cabía la posibilidad de reforzar la plantilla en el mercado de invierno. Era el momento de que el equipo fuera hacia arriba.
¿Está esta plantilla capacitada para conseguir llegar a puestos de promoción? Pedro no ha tenido dudas, un sí rotundo.
“probablemente algunos jugadores no han rendido al nivel esperado pero no se debe dudar de su calidad, ahí están sus trayectorias, lo que pasa es que los jugadores tienen altibajos”. Ha habido tiempo para mirar al pasado y reflexionar sobre si los pasos se dieron en la dirección correcta:
“probablemente haríamos lo mismo de comenzar de nuevo la temporada, es cierto que un equipo con muchas caras nuevas necesita una conjunción y eso lo notamos al principio, en esos primeros partidos en los que sacamos un punto de nueve pero se ha fichado gente de mucha calidad que debe dar su mejor rendimiento a partir de ahora”. Cuando se le pregunta sobre si se ha arrepentido alguna vez de haber renovado éste último año su rostro siembra la duda: “
Yo ya sabía que este año iba a ser muy difícil para mí aguantar toda la temporada pero en una conversación con el presidente se me dio toda la confianza del mundo y eso hizo que mi decisión fuera la de quedarme, a pesar de que tenía ofertas”
Es consciente de que no ha sentado bien en el club la negativa a firmar el finiquito hasta que los pagarés que recibió del club no estuvieran avalados pero él se defiende:
“El club está en su derecho de prescindir de los servicios de un entrenador, gustará más o menos pero es así, pero también cualquier trabajador que es cesado quiere tener una garantía de cobro. Es cierto que los pagarés eran válidos, nadie ha dicho que no lo sean, pero en el caso de impago la federación tomaría medidas contra el club como la imposibilidad de firmar jugadores o el descenso y por supuesto no quiero que exista esa remota posibilidad”
Ha habido tiempo de hablar de más cosas: de la asamblea, de fichajes, de jugadores, de su relación con la afición y de su trayectoria en la Unión Deportiva Puertollano, una trayectoria a la que no se puede poner ningún “pero”. Incluso ha querido desmentir su fama de entrenador “amarrategui”:
“Las estadísticas demuestran que no es así. A mí también me gusta jugar bien pero a veces hay circunstancias en las que no es posible”
En definitiva, una bonita despedida de un entrenador que ha hecho fácil el trabajo de la prensa que ha seguido al Puertollano, sin importarle los momentos en que haya podido haber ciertas divergencias en determinados temas y eso se agradece. Con el paso del tiempo se verá la trayectoria de De La Nieta en estas dos temporadas y media en Puertollano como un hito. Un entrenador que devolvió al equipo donde merecía, de donde nunca debió salir.
Finalizamos la charla hablando del futuro:
“Este año no puedo entrenar pero el próximo si quiero hacerlo. Soy consciente de que un cese siempre es perjudicial pero la gente del mundo del fútbol me conoce y espero volver pronto a los banquillos”. Seguro que lo hará.
Ahora toca una nueva etapa, la de Manolo Hierro. El malagueño tiene un reto ante si: llevar a un equipo a la zona alta ante una afición muy exigente. Los triunfos de Hierro serán los de la UD Puertollano y en definitiva los de todos nosotros. Toda la suerte del mundo para ambos en sus nuevos retos.