Liga: Jornada 31 Grupo IV

 

UN PUNTO PRECIOSO
La UD Puertollano sigue su mala racha pero saca un punto jugando con nueve desde el minuto setenta y uno.

   

 Después de lo acontecido en la mañana de hoy, el empate se puede considerar la mejor noticia del día. Sí, el equipo sigue sin ganar, pero sacar un punto en un campo como el del Cartagena, a estas alturas de temporada, puede resultar valiosísimo. Pero ahora viene la parte difícil, este punto debe hacerse valer con una victoria ante el Águilas y en un partido en el que no estarán Manu Arias, Juli y es posible que tampoco pueda estar Richard, que hoy se ha retirado lesionado. Menudo panorama. Si Richard no se recupera, Hierro tendrá que inventarse un central que acompañe a Carlos García en la línea defensiva. 

 Porque en el partido de hoy, el Puertollano ha tenido los mismos defectos y virtudes de los últimos partidos. Buena colocación, correcto juego colectivo, una defensa sólida (buena noticia después del partido contra el Melilla), pero una vez más, una alarmante falta de pegada y claridad del centro del campo en adelante. Sobre todo en el enlace entre las dos líneas avanzadas. Hoy, Hierro ha sorprendido a muchos con la entrada de Villanueva en el once inicial. El único cartagenero sobre el campo jugaba en el Puertollano y ha pasado de estar fuera de las convocatorias a salir de titular en detrimento de Suffo, que parecía destinado a entrar por vez primera de inicio. Villa lo ha intentado, ha dejado detalles e incluso ha protagonizado la ocasión más clara de los azules con un disparo de media chilena al palo en el comienzo de la segunda mitad, pero sigue sin estrenar su casillero.

 PRIMER TIEMPO EQUILIBRADO

 Comenzó el partido con un Puertollano bien plantado en el campo y con un Cartagena que encomendaba a Ander Lafuente, su mejor hombre, que asumiera el protagonismo en el equipo y bien que lo hizo.

 En el minuto veintiuno, llegó la primera ocasión clara de los locales. Manu Arias cortó de forma providencial el pase de gol de Alcántara a Xavi Molist. El Puertollano intentaba reaccionar y lo hacía volcando el juego por los costados, donde se encontraban unos activos Valdés y Encinas. Sin embargo, el peligro mayor llegaba de nuevo por parte de los locales. Xavi Molist se quedó solo ante Rojas en el minuto treinta y tres pero su disparo fue solventado por Rojas con acierto.

 La ocasión más clara del Puertollano llegó en el minuto treinta y ocho, cuando Valdés aprovechó un gran pase de Villanueva para plantarse solo ante Caballero. El meta local toco lo justo para desviar el disparo del jugador azul.
Al filo del descanso llegó la primera jugada polémica de la mañana. Rojas no atrapa un balón en teoría fácil y Xavi Molist remata en posición antirreglamentaria según el colegiado del encuentro. La jugada es más que dudosa a la espera de que aclaren algo las cámaras.

 La segunda mitad comenzó con el bonito remate de Villa al palo ya comentado. Una segunda mitad en la que el Cartagena se volcó en el área rival y los azules intentaron sorprender al contragolpe con dos llegadas peligrosas, una de Valdés y otra de Andrés Ramos que cedió a Encinas y éste remató con la pierna mala al lateral de la red. 

EL PUERTO SE QUEDÓ CON NUEVE

 Pero cualquier posibilidad de que el Puertollano viera cortada su racha de malos resultados fue truncada en el minuto setenta y uno con la jugada clave del partido: Saque de esquina mal ejecutado por el Puertollano, el Cartagena inició un contragolpe que tuvo que ser cortado en falta muy clara por Juli. El árbitro entendió que la falta fue merecedora de roja directa, aunque quizás con amarilla hubiese bastado. El Puertollano se quedaba con uno menos, pero el daño fue peor cuando Manu Arias, que ya tenía tarjeta, apareció para protestar la jugada en el lugar donde nunca debió estar (cerca del árbitro) y recibió la segunda amarilla, tomando camino del vestuario.

 Con nueve, tan solo quedaba apelar a la heroica. Los jugadores se entregaron al máximo para conservar ese punto de oro y el Cartagena, que tuvo alguna oportunidad más, desperdició su ventaja numérica ante un equipo que dio todo lo que tenía sobre el campo.

 No ha sido una victoria, pero al menos este empate en penosas circunstancias puede servir de estímulo a la moral alicaída de los puertollaneros. La semana que viene toca ganar ante el Águilas con una defensa en cuadro. El dicho “ponemos un circo y nos crecen los enanos” nunca tuvo tanto sentido.

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