EL PUERTOLLANO EMPATA CONTRA LOS ELEMENTOS

Parecía imposible que el Puertollano ganara el partido de hoy. Ha luchado contra los elementos: Contra el Ceuta, que ha demostrado muy poco de lo que prometía, contra el árbitro, un mal necesario, y contra él mismo. porque a pesar del generoso esfuerzo, el juego ha estado lejos de lo que se vio en Sevilla.

Eso sí, divertirnos nos hemos divertido. Penaltis que se convierten en faltas, faltitas que se convierten en penaltis, expulsiones, tarjetas amarillas sonrojantes, incidentes en la grada y árbitros más pendientes de los fotógrafos que del partido. Fútbol lo que se dice fútbol, poco.

El resultado: un punto más que en Sevilla. Botín suficiente para muchos pero que deja al equipo azul en situación comprometida y con un futuro próximo más que temible: Dos salidas seguidas ante equipos importantes.

Pensándolo fríamente, si algún equipo merecía hoy ganar ese era el Puertollano. El Ceuta no ha querido hacerlo. Pudiera ser motivado por el hecho de estar en inferioridad numérica desde los primeros minutos, pero después, en igualdad de efectivos, se ha mostrado conformista, lejos de aquel equipo de juego alegre del que nos habían hablado. La UD Puertollano al menos puso más fe y buscó la victoria, sin acierto, con poca fluidez y en determinados momentos, sin suerte.

DOS EXPULSIONES ANTES DEL DESCANSO

Comenzó acercándose con peligro el equipo caballa. Un disparo de Enzo Noir que se marchó por encima del larguero se convirtió en la ocasión más clara de los primeros minutos. Poco después, los locales probaron suerte. Primero con un taconazo de Pavone al que no llega Conget por muy poco y después con un cabezazo de Encinas que se marchó alto. Un despiste defensivo no aprovechado de cabeza por Javi Navarro puso la incertidumbre en la grada.

En esas llegamos a uno de los momentos intensos de la tarde. Buena dejada con el pecho de Pavone a Conget que se queda solo ante Lledó, Sandro agarra al jugador azul dentro del área y Santana Ponce, aconsejado por el asistente trasladó la falta un centímetro antes del borde del la misma. Visto desde la grada y reconociendo que las líneas del campo no son el "sumun" de la nitidez, parece que Sandro empezó con un ligero agarrón fuera del área, Conget continuó y dentro de ella, fue derribado con total claridad. Una extraña ley de la ventaja. El defensa terminó expulsado, de esa era difícil librarlo.

Los pocos minutos de superioridad no fueron aprovechados por un Puertollano dominante sin mordiente. Pavone remató de cabeza al palo en una llegada que el árbitro anuló por falta. Después de eso poco más.

Para entonces Santana Ponce nos tenía reservada otra sorpresilla. Penalti y Expulsión de Amores por un salto entre dos. Un penalti que no señalan a nadie excepto al Puertollano, que lleva varios en esta temporada y en la anterior. Hagan memoria y acuérdense de los penaltis en contra de los azules, a cual más tonto y discutible. Tal desbarajuste arbitral terminó con igualdad de efectivos por ambos bandos y un gol en contra. Mal negocio.

ANDRÉS VOLVIÓ A SER DETERMINANTE

El Puertollano parecía decidido a conseguir el empate. Valdés disparó cruzado y el balón lamió el palo. Andrés Ramos decidió salir a intentar arreglar el tema y lo hizo. El marbellí salió por Pavone, que mezcla destellos de clase con una aparente desidia en algunos momentos. Esto exaspera a parte del público que prefiere la garra al genio. No es extraño que Villarroya triunfara en esto del fútbol.

Necesitó Andrés dos minutos para demostrar que debe ser indiscutible. Se fue por la izquierda, dejó a su marcador para el arrastre en un recorte y le regaló a Valdés un gol que recompensó su esfuerzo.

Precisamente era el extremo derecho el que creaba más peligro en las filas azules pero fue sustituido. El entrenador ha remarcado en rueda de prensa que estaba agotado y tenía una tarjeta, por lo que el equipo corría peligro de quedarse con nueve. Esto último sucedió de todas formas y respecto a lo primero, la verdad es que daban ganas de exprimirlo hasta la última gota. O el peligro llegaba por Valdés o sencillamente no llegaba.

Los últimos minutos dieron para poco. Para ver que el Puertollano estaba superado por el esfuerzo y que cada vez que pasaba más el tiempo, mejor parecía el empate. Para ver que el Ceuta seguía jugando tan mal como al principio. Para que Juli, no conforme con recibir una tarjeta por jornada, recibiera en ésta dos y para seguir comprobando que Santana Ponce es un árbitro muy mediocre y lo que es peor, con gusto por el protagonismo.

El Puertollano seguirá navegando una semana más por aguas turbulentas pero Pontevedra puede servir de bálsamo. Una victoria allí serviría para olvidar la mala racha de resultados en liga, al menos tres días.

David Vozmediano
Deportellano

RUEDA DE PRENSA (Pincha en la fotopara escuchar a cada entrenador)