En los tiempos que corren, que un empate en casa se transforme en sonrisa no deja de ser difícil. Cierto que la sonrisa podía haber sido una algarabía si el marcador no hubiera sido terco y rácano con el Puertollano, pero diversos factores, entre ellos que enfrente había un buen equipo, han querido que los fuegos artificiales no anunciaran un buen fin de fiesta. Eso sí, todos nos hemos deslumbrado con su luminosidad.

 Bien es cierto que si el buen trabajo no repercute en el resultado después de varios partidos de liga, las sonrisas se convertirán en mueca de desánimo. Los fuegos artificiales acaban por aburrir. Visto uno, vistos todos. Pero de momento seguiré disfrutando de un empate que fue inmerecido por corto.

 INICIO CON POLÉMICA

 Si esperaban aburrirse en la primera jornada de liga han pinchado en hueso. Para empezar hubo polémica: en el minuto diez, después de un inicio que presagiaba un acontecimiento importante, Gallo comete penalti, o no. El árbitro opinó afirmativamente aunque quizás fue demasiado valiente.

 Empezar perdiendo ante un histórico de las épocas brillantes del equipo puertollanero no deja de ser un obstáculo más. Aún así, el equipo azul se rehacía y le jugaba al Granada con armas de equipo poderoso. Por las bandas los laterales estuvieron a un nivel superlativo. Amores hizo su mejor aparición en Puertollano, se encuentra a gusto en los partidos en los que el ataque es protagonista y maneja con más dificultad las responsabilidades defensivas, hoy era su día. A Candela tan solo un pase de gol a un contrario le emborronó un poquito una actuación impecable. Y en el centro del campo Juli ha empezado la temporada retomando el nivel de antes de la lesión, Aitor Goñi impuso criterio superando al centro del campo granadino y Conget rayó a su nivel, lo cual es mucho decir.

 Mención aparte merece el partido de Carlos Sanz. Cuando el partido tiene fuegos artificiales, Carlos es el mejor pirotécnico. De él ha salido casi todo el peligro azul de la primera mitad, a balón parado, internándose desde la banda, el madrileño era una pesadilla para los rojiblancos.

 UN BUEN RIVAL

  Más mérito si cabe viendo quien había enfrente. El Granada es un buen equipo con grandes individualidades, impecable al contragolpe como demostró en el segundo gol e incluso en cierta desazón que produjo en el Puertollano en los minutos finales. Es cierto que navegó con viento a favor después del penalti, pero ha mostrado su sello.

 El Puertollano no dio por perdido el encuentro ni tan siquiera después del segundo gol. Vicente aprovechó el rechace de Rojas ante un disparo de Zuñiga. Tardó un minuto en acortar distancias tras aprovechar Gallo otro rechace, esta vez del poste granadino. Antes el Puertollano pudo empatar en un cabezazo de Goñi que repelió Félix Campo, un portero temible para el Puertollano bajo palos y temible para el Granada en el juego aéreo.

 Con el omnipresente Carlos Sanz convirtiéndose en protagonista del evento llegó el descanso. Derrota parcial pero con un regusto dulce.

 SIN TRACA FINAL

 Tardó poco en llegar el empate y lo hizo después de varios rechaces que finalmente llegaron a Manu Arias rematando a gol. Manu ya se había ganado al respetable antes del tanto.

 El Granada se quedó con uno menos después de la expulsión de Jorge García y el equipo de Sánchez De La Nieta les daba un festín a los críticos (aunque algunos parecen insaciables). Se fueron Goñi y un ovacionadísimo Carlos Sanz y entraron Valdés y Rubén García. No hubo bajón con los cambios, a Rubén le bastaron algo más de veinticinco minutos para demostrar que, para él, jugar al fútbol no es una actividad extraña.

 Pero el Granada también jugaba, cerró muy bien sus líneas, trabajó bien en defensa, en especial un Suarez inconmensurable y hasta llevó peligro en alguna contra.

 Al partido le faltó la traca final de la victoria, en parte por lo antes comentado y en parte porque en el último cuarto de hora el tiempo real prácticamente no existió. Tan solo alguna dejada de Pavone a la segunda línea y las contras granadinas. Del gol de la justicia nada se supo.

 Este Puertollano ha decidido comenzar con el vestido de fiesta. Con un punto y una sonrisa.

David Vozmediano
Deportellano

RUEDA DE PRENSA

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