Copa RFEF Dieciseisavos de Final vuelta

 

DEMASIADA TRAGEDIA PARA TAN POCO BOTÍN

 Érase una vez un equipo de la tercera división madrileña que llegó a casa del equipo revelación de segunda B, segundo en su grupo, y el supuestamente débil venció en casa del fuerte. El fuerte herido en su orgullo quería quitarse la espina en casa del débil y remontar la eliminatoria. Aunque muchos no apostaban ni un duro por ellos, llegaron y en veinticinco minutos casi habían cumplido con su misión. El "casi" cobra un gran sentido en la frase anterior porque quedaba lo más difícil, rematar. No pudo ser, y se tuvo que llegar a la tragedia de  los penaltis y la experiencia copera no es buena en ese sentido.

¿Es el Parla justo vencedor? En estos casos la balanza de la justicia se vuelve loca y tiene complicado decidir. Dos partidos parecidos en el desarrollo, pero opuestos en el marcador. Después de tanta igualdad lo que nos queda es que se lo jueguen a penaltis, como el que se lo juega a los chinos.
 
 Pero tampoco somos quienes para decidir si es o no un justo método. Si se emplea en la final del mundial, ¿Por qué no en la Copa Federación? 

 Lo verdaderamente cruel, es que el botín no era tan grande, por eso duele tanto esfuerzo. Todos tenemos cariño a un trofeo que el año pasado  dio tantas alegrías, pero aunque suene a tópico, lo que importa es la liga. Se ha perdido, sí. Pero yo creo que antes de que acabe la crónica igual me resbala y empiezo a pensar en el partido contra el Alcorcón.

 Pero quedémonos con lo importante. El Puertollano murió de pie y matando. Después de un comienzo dubitativo y con ocasiones locales que Rojas desbarató con mucho oficio, los azules tardaron cinco minutos en empatar la eliminatoria. Dos aguijonazos, el primero de David Sanz a la salida de una falta lanzada por Dupi y el segundo un golazo de Rubén, al que hasta ahora simplemente se le intuía algo de aquel juvenil que deslumbraba y hoy ha sacado su diplomatura. Me han dicho que los defensas del Parla todavía lo estaban buscando.

 En el resto del primer tiempo el Parla no se arrugó y tuvo ocasión de acortar distancias, las dos ocasiones las tuvo Chuchi, la primera la desbarató Richard y la segunda Rojas casi al borde del descanso. También el Puertollano tuvo acercamientos, como el de Olmo en vaselina, pero se marchó fuera.

 En la segunda mitad un ligero dominio del Parla daba algo más de igualdad al choque y  aunque las ocasiones se repartían entre los dos bandos, las más claras eran las visitantes. A Berja le sacaron un balón bajo palos en el cincuenta y cuatro y Rubén quiso repetir su gol con otra gran jugada en el sesenta y uno, pero el portero le adivinó la intención en el remate en vaselina.

 En el minuto ochenta, Esparza a pase de Olmo pudo rematar la eliminatoria, pero paró Nacho.  Esa fue la última oportunidad clara de los noventa minutos y del partido, porque en la prorroga imperó el respeto y tocaba jugársela a los chinos. En esa suerte le tocó perder al Puertollano. Otra vez será, ahora estamos en otros negocios.

D.V.

Con la colaboración de los corresponsales de Deportellano en Parla.