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Partido correspondiente a la Jornada XIII de la segunda división B grupo I. Ciudad deportiva de Lanzarote. Terreno de juego de cesped artificial. Buena temperatura ante 500 espectadores.
Arbitro: Acosta Lorenzo del colegio tinerfeño. Mostró amarilla a Juanma y Raúl por los locales y a Jaime Bustillo, Conget y Dupi por los visitantes.
LAS ISLAS DESAFORTUNADAS
Está claro que los viajes insulares no sientan nada bien a los azules. Dos salidas, dos derrotas y ante equipos que no están precisamente bien clasificados. La de hoy se fraguó de forma muy distinta a la de Playas de Jandía. Mientras en aquella el Puertollano fue superado en el marcador en los primeros minutos, en esta ha caído de la forma más cruel. Cuando más de uno contaba para su saco con el punto del conformista cero a cero como mal menor, los lanzaroteños ganaban un partido con dos latigazos y por qué no decirlo, con algo más de merecimiento.
Sorprendía la alineación de Pedro Sánchez De La Nieta mandando al banquillo, por segunda vez en la temporada, a Gustavo, colocando a Manolo en el lateral derecho, con Dupi y Juanma en el centro del campo y Esparza enlazando a David Sanz. En principio se sacrificaba el bullicio y la calidad en la media punta de Andrés para colocar en esa posición a Esparza que está en una forma espléndida. Conget volvía a su banda en liga después de su lesión.
Lo cierto es que el equipo insular tampoco demostró ser el Brasil de Pelé pero fue dominador del encuentro en su mayor parte. Con arreones de fuerza y balones a la olla, la UD Lanzarote acorraló en su campo a una UD Puertollano conservadora, y con dicha simplicidad creó el desasosiego de los azules. Quizás fue más el empeño que la realidad, porque debido una vez más a la seguridad defensiva del Puertollano, estos arreones quedaron en poca cosa. Sin embargo Aaron de cabeza pudo adelantar al Lanzarote en el primer minuto de juego. Su cabezazo se fue alto.
Hasta el dieciocho, la UDP apenas había pisado terreno contrario, en ese minuto Marino sacó con cierta dificultad un centro chut de Leo Bermejo. A partir de ahí minutos de juego más abierto con una oportunidad clara por cada bando. La primera: Marcos Cabrera prueba fortuna desde fuera del área y el lanzamiento roza el larguero. La segunda: el momento en el que la UD Puertollano estuvo más cerca del gol, Leo recibe un buen balón de Esparza, y cuando ya había reagateado a Marino la defensa aborta el peligro. El resto de la primera mitad tuvo poca historia, el Puertollano se sacudió ligeramente el dominio local pero eso no le sirvió para crear ocasiones en la portería contraria.
Casi sin tiempo de volver a los asientos después de comprar las pipas, el Lanzarote tuvo el gol en la cabeza de Juanjo. El que su cabezazo no fuera entre los tres palos se une a otros tantos misterios que tiene la humanidad.
A partir de ahí, el juego se hizo cada vez más soporífero y únicamente lo animaba el arbitro, que ya debió expulsar a Juanma (Lanzarote) en la primera mitad y que en el cincuenta y nueve se inhibió para no pitar un libre indirecto, como poco, dentro del área por un plantillazo de Zamorano a Leo Bermejo. El cupo de protagonismo arbitral quedaba cubierto, o casi, porque aún le dio tiempo a pitar un dudoso fuera de juego en una jugada que terminó con gol de Richard.
Entonces entró Fabiani, un jugador que lo más peligroso que ha hecho fue marcar un gol de penalti en pretemporada, mi mentalidad derrotista me hacía pensar que este tipo traería problemas. Lamentablemente no me equivoqué. En el setenta y siete ya avisó con un cabezazo rozando el larguero. Una sustitución en la UDP, si no discutible, al menos sorprendente, fue preludio de la crueldad del fútbol. Gustavo sustituye a Leo Bermejo en una declaración de intenciones, el empate parecía valer. No valió.
En el ochenta y nueve Meca aprovecha una dejada de cabeza en el área y manda un zapatazo lejos del alcance de Ruiz Caba. Nada más sacar de centro, el tal Fabiani fulmina a los azules con un disparo cruzado desde el vértice. En ese momento y si uno no tiene la desgracia de tenerla de nacimiento es cuando te aparece la cara de tonto.
Castigo demasiado cruel que no injusto, probablemente ningún equipo hizo méritos para un botín tan grande como los tres puntos, pero si hubo alguno que mereció algo más que el empate, ese fue el Lanzarote.
La clasificación queda con el Universidad, el Rayo y el Pontevedra en los tres primeros puestos, hasta ahí reina la lógica. Esperemos que el magnífico cuarto puesto que ocupa la UDP cada vez nos parezca más normal. Tres partidos sin ganar no han conseguido sacarlo de puestos de promoción. Para mantenerse hay que salvar un nuevo asalto, será la semana que viene y ante el líder. Nada menos.
David Vozmediano
Deportellano