SIN PODER DE REACCIÓN
A pesar de las palabras del mister visitante Pedro Sánchez De La Nieta al término del partido, donde hablaba de la injusticia del resultado, lo cierto es que la segunda derrota de la UD Puertollano no ha podido ser más justa. Puede servir como excusa el tremendo esfuerzo realizado el miercoles contra el Rayo. Ciento veinte minutos, penaltis y la derrota han podido afectar física y mentalmente a los azules, pero hoy, otra cosa que no hubiera sido una victoria talaverana habría causado al menos cierta extrañeza.
Diez minutos de tanteo inicial fueron los únicos de cierta igualdad en la primera mitad. Pasados estos el Talavera CF comenzó a jugar al fútbol. La posesión del balón era terreno vedado para el equipo visitante y el Talavera manejaba con fluidez su juego de
ataque con continuas llegadas al área de Ruiz Caba. La primera en el minuto doce, Borja Lafuerza empezaba su festival de juego con una internada por banda derecha que Bayarri desperdicia. Tres minutos después vino el gol. Lafuerza mete un pase interior a Juanjo, Richard y Borrallo no alcanzan al jugador local y el interior Talaverano marca por encima de Ruiz Caba.
En este primer tiempo el Talavera era el día y la UD Puertollano la noche. El día, porque el juego Talaverano fluía por los costados y Lafuerza, el mejor talaverano, era un suplicio para la defensa azul. La noche, porque el Puertollano convertía un recurso, el juego directo, en la base de su juego. Cuando el equipo gana se olvida muchas veces el juego empleado. Esto es por un concepto resultadista del fútbol que, queramos o no, siempre tenemos en nuestro equipo. El problema es que cuando el equipo no gana el retrato queda mucho más desenfocado. Y por supuesto nada que objetar al esfuerzo y al empeño. Los azules se estaban vaciando como siempre, pero la remontada parecía una utopía.
El centro del campo talaverano jugaba a su antojo y el del Puertollano no existía por una razón lógica, a Dupi se le veía tan solo en el juego de contención, que lo hizo con mucha solvencia y a Esparza directamente ni se le veía, o mejor dicho el no veía el balón, porque por sus pies rara vez pasaba. Uno de los dañados de este tipo de juego era Andrés Ramos, pero a pesar de ello se mostró como el más peligroso hombre azul, luchando contra los elementos. Mientras en el veintisiete Borja Lafuerza vuelve a realizar una buena jugada que pega entre el hombro y el brazo de Richard. Los locales pedían penalti, pero la repetición aclaró poco, lo cierto es que si fue mano, fue totalmente voluntaria, porque Richard fue a por ese balón, aunque parece que dio más cerca de su hombro.
El Talavera tenía el monopolio del peligro y de nuevo lo demostró en dos llegadas seguidas, la primera de Oscar Silva que Gustavo desbarató con rapides y la segunda en un remate de nuevo de Lafuerza que probó los conocidos reflejos de Ruiz Caba.
Antes del descanso una falta lanzada por el Talavera desde el vértice se pasea por el área pequeña y en la siguiente jugada Andrés hace la mejor acción azul del partido en un zapatazo desde treinta metros que se fue al larguero. Esta gran oportunidad de empatar se convertiría en el único tiro a puerta de los azules en el partido. Simplemente este dato deja a las claras lo que se vio.
En la segunda mitad cierto aumento en la intensidad del juego hizo parecer que el Puertollano se venía arriba, pero había más corazón que ideas, el juego directo era el único plan a seguir y a pesar que los azules se hacían con la posesión, parecía más bien por el repliegue talaverano que ponía el peligro al contragolpe. Una falta que lanzó Dupi casi desde el centro del campo, que se
envenenaba conforme llegaba a portería, fue de lo poco peligroso que hubo por parte visitante, y por decir algo, porque la jugada tampoco llevaba demasiado peligro.
Salió Luismi al campo como se esperaba y el sustituido fue Carlos Sanz. Eso hizo que el delantero más peligroso de los visitantes, Andrés, se escorara a la derecha. Con Luismi en el campo se intuía cierta luz, al menos en su lucha, pero solo era un espejismo. Un buen pase del extremeño en el sesenta y cuatro no lo aprovechó Andrés que no acertó a rematar con solvencia.
El poder de reacción visitante quedaba en entredicho sobre todo si tenemos en cuenta que de ahí hasta el final el único peligro fue talaverano. Borja Lafuerza pudo sentenciar en dos ocasiones, la primera en un mano a mano que salvó de nuevo Ruiz Caba, era el minuto setenta y dos, y en la segunda, seis minutos más tarde, no pudo rematar un balón claro dentro del área.
Si había alguna duda de que la remontada era poco menos que imposible se despejó con la expulsión justa de Richard por dos amarillas, la segunda en una entrada al borde del área. Oscar Silva y Bayarri de nuevo pudieron dar el finiquito al partido pero ambos enviaron el balón fuera.
En en descuento, en un corner alocado, pudo empatar el Puertollano, el balón se paseó por el área y Luismi a media vuelta envió alto, pero habría sido injusto.
Después de un comienzo de temporada con buenos resultados y juego algo menos bueno, la derrota de hoy quizás genere alguna duda, pero como decíamos al principio, el cansancio y por supuesto el buen juego talaverano ha podido tener algo que ver en una derrota sin paliativos.
David Vozmediano
Deportellano