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Estadio Teresa Rivero. Más de 3000 espectadores de ellos unos 450 de Puertollano.
Arbitro: González González, del colegio Castellano Leones. Mostró amarilla a Enguix, Mainz, Amaya, Armentano y Raúl Molina por los locales y a Manolo, David Sanz y Dupi por la UDP
Tanda de penaltis: 5-4. Por el Rayo marcaron, Raul Molina, Diego Torres, Javi Muñoz, Iznata y Albiol. Esparza, Carlos Sanz, Andrés y Manolo marcaron por la UDP, Borrallo falló el cuarto penalti, que paro el portero.
ESFUERZO SIN PREMIO
La copa es un trofeo traicionero. Cuando menos te lo esperas te apuñalan por la espalda, pero también es un trofeo que gusta. Cualquier competición de eliminatorias tiene los ingredientes que a todos nos enamoran: emoción, pasión y gloria; y los que no nos gustan: nervios, esfuerzo no compensado y derrota.
Si además en esta competición del KO se llega a la justicia mal entendida de los penaltis el tema ya adquiere tintes de verdadera tragedia. El punto fatídico que contra el Lleida llevó a los azules a la victoria, se ha convertido en verdugo esta vez.
Borrallo falló el lanzamiento, esto por supuesto no le hace ser menos grande. Un jugador que ya figura en letras doradas en la historia Calvosotelista (El club es UD Puertollano, por supuesto, pero la historia siempre será calvosotelista).
El escenario vallecano clamaba venganza contra el intruso azul que osó mancillar el feudo de la Avenida de la Albufera cuando aún algunos todavía nos estabamos mojando en la playa. Esto no podía quedar así. De buena gana lo han intentado, pero los azules han sido siempre un gran rival. Un rival digno de todo tipo de elogios y al que las torpes críticas no pueden más que rebotarle. El Rayo es un equipazo en toda regla, gente como Iznata, Amaya, Cubillo o Armentano simplemente asustan aunque solo sea por el nombre, luego se ha demostrado que asustan por algo más. Desde el comienzo el Rayo se ha tomado la copa en serio, pero la UD Puertollano no le ha perdido la cara.
Los primeros minutos de ligero dominio vallecano ya intuían la tensión que iba a perdurar en el resto del encuentro. Un dominio que contrarrestaban los azules con cierto peligro a contragolpe. Iznata en una falta bien respondida por Ruiz Caba lo intentó con seriedad. Muchos nervios y poco peligro en ambos lados, pero estos chicos vallecanos nunca duermen y en el minuto cuarenta y cuatro Enguix dispara a la media vuelta pero se va por poco.
La UD Puertollano es un equipo de segunda B, que a nadie se le olvide lo que se hizo el pasado año, y por ello en los primeros minutos de la segunda mitad fue simplemente mejor que el todopoderoso Rayo. Se jugaba por banda, donde Berja y Leo Bermejo cumplían a la perfección, y se intercalaba con juego directo hasta los puntas. De esa forma se creo el mayor peligro visitante , también a balón parado. Pero el Rayo, después del mover el banquillo, apretó de lo lindo al final y tuvo las ocasiones más claras. Raúl Molina tuvo el gol en el ochenta y dos, habría sido una tragedia que hubiera marcado un gol a los azules llamandose así, casi un sacrilegio. Iznata dos minutos después lanza rozando el larguero. La prorroga en ese momento era un mal menor, sobre todo después del que el Rayo marcara un gol que fue anulado por fuera de juego.
La prorroga, que a veces ronda lo inhumano, sirvió para que la UD Puertollano estuviera más fresca, sobre todo porque Pedro aguantó los cambios hasta el final y mientras los Rayistas, con los cambios gastados, tenían a dos jugadores renqueantes y a pesar de que buscaban la heróica en algún ataque, el equipo azul frenaba en seco cualquier acometida y se permitía el lujo de asustar al personal, como en una ocasion al comienzo del alargue de Leo Bermejo.
De nuevo, como contra el Lleida llegaron los penaltis.
Reconozco que me hubiera gustado que la UDP jugara contra el Madrid o el Barça, o contra el Valencia y recibir al paisano Cañizares como se merece. Ahora todos tendremos que recibir a Rubén Borrallo como se merece, como el gran jugador que es.
David Vozmediano
Deportellano