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03/12/08 El otro analisis, por Jose Carlos Gonzalez

El pasado Domingo, a la salida del Sánchez Menor, la parroquia azul abandonaba el feudo minero con gesto contrariado, contentos por el resultado, pero con la sensación de que no vieron un partido vistoso. En parte, esta sensación de insatisfacción se lo debemos al rival que, aunque a algunos les cueste admitirlo, también juega y quieren ganar…

Desde el inicio de la liga, seis de los siete anfitriones anteriores que recibieron la visita del Roquetas salieron con peor cara que la UDP al finalizar el encuentro, eso seguro, ya que además de ver un partido tosco y trabado, no consiguieron los tres puntos en juego. Los de Florit han conseguido puntuar en seis de sus desplazamientos, y eso no debe ser fruto de la casualidad.

El 1-4-1-4-1 con que distribuyó a sus hombres el ex-entrenador del Villarrobledo, se le suele atragantar a la mayoría de los rivales  Roquetas CFque deben de llevar el peso del partido, pues intentan obstaculizar y ralentizar el inicio del juego del contrario desde su centro neurálgico. Así, el tres contra tres que planteó al equipo azul en la zona del medio campo, buscaba lo que realmente consiguió, cortocircuitar cualquier intento de creación de los de casa

Por otro lado dejaron claro la poca presencia en ataque que se les suponía, buscando los ramalazos ofensivos, con robos y salidas a la contra esporádicamente, y con llegadas de sus jugadores de banda en segunda línea a la caída de su jugador referencia, Quique.

Tras el 1-0, se produjo el primer cambio, y con ello el cambio de sistema. Jorge Pérez, ex del Numancia en primera división, retrasó su posición unos metros y se juntó a Esteban, para que De Gomar que acababa de salir ayudase a Quique en tareas ofensivas, teniendo ahora el Roquetas un jugador capaz de romper a la espalda de la línea defensiva contraria. Además los interiores, Romario y Javicho, intercambiaron sus posiciones, aunque la efectividad para su equipo fue nula.

Con el último cambio, Florit dejó solo tres hombres en su retaguardia, y colocó a Diego Herrera, otro delantero de referencia junto al que ya tenía. El cambio fue contrarrestado inmediatamente por los locales con la salida de un central mas que repeliese ese juego directo a las torres visitantes, y no hubo opciones a rechaces ni segundas jugadas, que era lo que buscaban los almerienses. Al final, partida de ajedrez lenta, pastosa, y con poco brillo para el respetable, de la que esta vez, los de Roquetas, no pudieron sacar tajada…