Liga: Jornada 15 Grupo IV

 

GOLAZO Y TRES PUNTOS 
 Victoria por la mínima con un golazo de Ortiz en la segunda mitad

 Habrá muchos partidos como éste en la liga. Aquellos en los que el fin justifique los medios. Partidos que los entrenadores disfrutan y los mortales no llegamos a comprender. La táctica vence a la lírica pero los tres puntos caen a peso en el zurrón y contra equipos como el Roquetas es más que suficiente. Al menos, y además de la importantísima victoria, el partido nos ha dejado dos imágenes hermosas: la primera el gol de Ortiz y la segunda los chicos de la Escuela Deportiva de Las Rozas. Dos detalles en los que habrá que detenerse un par de líneas. 

 Jacobo introdujo alguna variante en hombres y, de alguna forma, también táctica. La entrada de Granada no supuso la colocación de un trivote definido. El centrocampista actuó más cerca de Tariq que de costumbre, en la media punta, buscando el último pase. Y esta situación escoraba a las bandas a Honorio y Ortiz. Detrás de Granada quedaban Raúl Medina y Hernández como doble pivote e cubriendo la mayor parte de terreno posible. Pero los almerienses se manejan en este tipo de partidos a la perfección. Una línea de atrás impecable, algo adelantada y únicamente ensombrecida por la inseguridad de un portero que no ha estado a la altura. Granada y Honorio, muy activos, lo intentaban todo para engancharse a Tariq pero siempre la defensa dominaba. Por ahí andaba también Ortiz, con más tesón que frutos. De momento.

EL ROQUETAS TUVO OFICIO

 El CD Roquetas tampoco renunciaba con descaro al ataque. No es que Calleja tuviera mucho trabajo pero al menos las áreas no parecían electrificadas. Pero la táctica imponía su ley y no había margen para las alegrías. Pocos errores y menos aciertos. Todo demasiado bonito visto en una pizarra y bastante menos atractivo en la realidad. Hasta ahora no hemos hablado de ocasiones pero es que no las hubo. A no ser que por ocasión nos refiramos a un remate de Granada desde el borde del área u otro de Álex Hornillo en su propia portería. Estás dos llegadas en cualquier otro partido habrían pasado desapercibidas pero no había otra cosa que llevarse a la boca. Pudiéramos incluir incluso aquella del minuto veinte. La inseguridad de Toni Bernal en una salida en falso puso el balón a los pies de Ortiz frente a una portería sin dueño pero su inocente intento de vaselina no hizo sufrir demasiado a los almerienses. Javicho puso el peligro visitante intentando aprovecharse de un regalo de Raúl Fernández pero mando fuera. Frio, mucho frio. En la grada y en el césped.

GOLAZO

 Parecía que la segunda mitad no nos iba a hacer entrar en calor hasta que a los diez minutos de la reanudación Honorio cruzó un balón hacia la zona izquierda del área visitante. Allí estaba Ortiz, armando un remate de los que se saben que va a gol incluso antes de que el balón llegue al delantero. La espectacular volea no la vio Bernal que la recibió con admiración y manos de mantequilla. Un golazo que empieza a dejar algunos claros. Parece ser que el gol no empieza y acaba en el diecinueve.

 Y después del gol otra vez a ver el fútbol en una pizarra. El Roquetas se intentó estirar pero su inocencia le perdía. En cuanto al Puertollano, tuvo alguna más, dos remates de Granada a los que sí estuvo atento Bernal y otro de Honorio después de la mejor jugada de los locales. El media punta mandó el balón fuera demostrando que Honorio y gol son dos conceptos lejanos aún en espacio y tiempo.

 Al final del partido el frio se mezclaba con la alegría de la victoria. Alegría para todos, incluidos decenas de chicos de Las Rozas que tomaron un AVE desde Madrid para ver el triunfo de su antiguo director. Sin duda Jacobo dejó huella allí y en agradecimiento la ilusión azul tuvo refuerzos importantes en la grada.

 

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