Liga: Jornada 35 Grupo IV

 

SE ACABÓ EL SUFRIMIENTO
El Puertollano se aleja del peligro gracias a un gol de Pavone en el descuento

 ¡Cómo no nos habíamos dado cuenta! Ya hemos averiguado por qué Hierro estaba tan tranquilo la pasada semana. Sabía que en el minuto noventa y tres del partido contra el colista, la UD Puertollano iba a encontrar el camino perdido, el de la victoria. Y lo iba a hacer por mediación de su Doctor Jecklyl y Mr Hyde particular: Pavone. Posiblemente el jugador que más gol tenga de todo el equipo y probablemente el menos querido por la afición. Este sufrido parto ha tenido un final feliz. Estamos seguros de que han estado a punto de explotar decenas de corazones pero la salvación está en el bote y eso es lo importante. Ha llegado la hora de reflexionar.

 UN DIGNO RIVAL

 En primer lugar es de ley hablar del Algeciras. Un equipo lleno de canteranos que aguanta el chaparrón con un par de narices y grandes dosis de dignidad. Le plantó cara al Puertollano sobre todo en la igualadísima primera mitad. Cuarenta y cinco minutos en los que las ocasiones han estado repartidas entre ambos conjuntos. Los primeros en avisar fueron los algecireños. Ruiz Caba tuvo que emplearse a fondo en una falta directa lanzada por los locales y un minuto más tarde, Ángel estrelló el balón en el palo. Pedro, el más peligroso de los rojiblancos, lanzó rozando el palo. En tres minutos, el colista ya metía miedo. Pero los azules también jugaban y en el minuto doce Andrés Ramos no pudo empalar un balón claro que le llegó desde su banda derecha.

 DIVERTIDA E IGUALADA PRIMERA MITAD

 El público se divertía y acongojaba casi al mismo nivel. Un equipo sin complejos ni motivaciones más que la de agradar como el Álgeciras y otro con jugadores de calidad atenazados por la tensión de la clasificación. Las llegadas al área se sucedían en oleadas y tan sólo la falta de acierto de cara al gol y la buena actuación de los porteros justificaban el empate sin goles. Mención especial para Juanito, con dieciocho años ha sido el protagonista del partido y comenzó su recital en el minuto treinta y cuatro malogrando un cabezazo de Gallo. 

 SIN PUNTERÍA

 Se llegó al descanso sin goles y con cierta desazón en los estómagos de los aficionados visitantes. Las segundas partes nunca han sido buenas en esta pesadilla de once jornadas.

 Sin embargo, el amor propio de los jugadores del Puertollano es infinito y con la moral tocada, la motivación es mayor. Lástima que siga la pelea continua con el gol de jugadores desequilibrantes como Andrés Ramos. Nada más comenzar, se aprovechó de un balón de Gallo en profundidad, pero después de recortar, su disparo se fue rozando el palo. Una más. La tercera clara del Marbellí fue en el minuto sesenta y dos, y no tuvo más porque lamentablemente se lesionó. Es una pena, porque Andrés necesita un gol como el comer. Hay que recordarle que fue el máximo goleador del equipo el pasado curso y esas cosas no se olvidan.

 EL ALGECIRAS SE QUEDÓ CON DIEZ

 Salió Pavone y se auto expulsó Pedro en dos minutos. El mejor, junto con Juanito, del Algeciras se fue a la caseta y el camino se allanó aún más para el Puertollano.

 Aunque para los de Hierro lo mejor habría sido, más que la expulsión, que sustituyeran las porterías por unos palos de Rugby. Porque hasta diez ocasiones claras tuvieron para marcar. Juanito y una falta de definición preocupante fueron los culpables. Además de las tres de Andrés y la de Gallo ya comentadas, añadiremos dos de Suffo, una de Pavone, una de Marchiori…

 PAVONE, EL DELANTERO MUTANTE

 Pero llegó el final de este sufrimiento. Minuto noventa y tres, una cabeza argentina y salvadora hizo lo que parecía imposible. Un gol y una victoria. Sí, ya lo sé, se ha ganado al colista en el descuento pero no seamos pejigueras. El gol lo marcó Pavone. El delantero mutante. Protagonista positivo de las dos últimas victorias entre las cuales se ha desarrollado este mal sueño y protagonista negativo de la derrota ante el Melilla. Si analizamos con serenidad la temporada del argentino ha tenido más momentos buenos por minuto (muy pocos minutos) que malos. Pero los malos permanecen más tiempo en  las retinas.

 Seis puntos nos alejan del descenso. No es matemático pero si tranquilizador. Además, la semana próxima, tanto al Jaén como al Puertollano les puede valer un empate para olvidarnos de esta temporada y comenzar una reflexión profunda y necesaria.